Desde el otoño pasado, los barrios populares del centro de Marsella están en conflicto abierto con el ayuntamiento.

En el barrio de la Plaine, un proyecto de recalificación de la plaza más grande de Marsella ha expulsado al mercado popular, ha talado los árboles y, ante la revuelta de los habitantes, ha convertido la plaza en una zona de guerra: centenares de policías y guardias privadas movilizados para vigilar obras que nadie quiere.

En el barrio vecino de Noailles, el 5 de noviembre 2018, una casa vieja de propiedad municipal se derrumbó matando a ocho personas. Las marchas de protesta que reivindicaban la dimisión del alcalde, Jean-Claude Gaudin se han multiplicado, con disturbios y enfrentamientos con la policía.

Marsella es la última ciudad de Francia que tiene un centro habitado y popular. Desde hace veinte años, la política urbana en Marsella tiene por objeto erradicar esta población considerada como indeseable, para dar paso a clases medias-altas llegadas de París y transformar el centro histórico en un parque temático para turistas.

Las víctimas de esta operación se movilizan y se organizan para defender sus barrios y sus territorios. Alèssi Dell’Umbria, que vive en el barrio de la Plaine y participa de estas luchas desde el principio vendrá a hablarnos de todo ello, el viernes 12 de julio…